Ansiedad

Ansiedad

La angustia es propia de la condición humana; la conocida expresión «angustia existencial» señala una experiencia que afecta a la vida de una forma difícil de soportar. 

Se relaciona con el miedo de una forma especial porque siempre es excesiva en relación con algo que no se sabe identificar.

La crisis de angustia aparece de repente y es una experiencia corporal que se siente en el cuerpo de forma radical. Puede surgir ante la irrupción de un suceso inesperado que desborda a la persona. 

Aparece entonces el miedo a morir, a perder el control, a enloquecer, presión en el pecho, taquicardia, mareos y otras manifestaciones corporales.

Sin embargo, a menudo se experimenta angustia de forma continua, sin poder identificar la razón, sin que haya pasado algo que sirva de explicación. Se sufre un temor siempre presente, latente, que altera profundamente la vida de la persona sin que pueda entender por qué le está pasando.

La necesidad de encontrar una explicación suele llevar a centrarse en los síntomas físicos, tan molestos. De esta forma ocupan el centro de atención y ocultan otros aspectos de la vida que siempre están implicados. 

Es importante ir un poco más allá, pararse a pensar y preguntarse qué nos está ocurriendo.

El proceso de tratamiento pasa por las palabras que, en un primer momento, crean una red protectora que alivia y sirven de orientación. Poner un poco de orden en el caos.

 Más tarde, a medida que la angustia va cediendo, las palabras asocian, relacionan y descubren; ah, era esto.